TELEFERICO


Al contrario que los pequeños mensajeros, que suben hasta la cometa y permanecen allí hasta que ésta se recoge, el teleférico se construye de tal modo que cuando choca con un tope colocado en el sedal, suelta su carga y pliega sus velas, volviendo al piloto por electo de la gravedad, quien puede rearmarlo y volverlo a hacer subir. El montaje es fácil de realizar con ayuda de un tubo largo y dos planchas de poliestireno expandido (corcho blanco) como velas y funciona de modo fiable. Para montar el disparador, lo mejor es utilizar radios de bicicletas unidos entre sí. Para su transporte, este teleférico se desmonta fácilmente.

En el tubo largo IR se practican sendas escotaduras para el eje de las velas, el anillo de enganche del tensor de las velas y para la carga L. Los suspensores de alambre rígido H se fijan al tubo IR con unas vueltas de cinta adhesiva. El disparador pasa por una guia que se construye en el extremo h del tubo, en cuyo extremo una tira de cinta adhesiva actúa como tope, evitando que el disparador pueda escurrirse al interior del tubo. El eje de las velas se sujeta al tubo IR mediante una abrazadera kR. La cuerda para el tensor debe tener la longitud suficiente como para que las velas queden bien expuestas al viento cuando el sistema esté armado, y prácticamente horizontales cuando el resorte de goma las recoja para el descenso con el lin de que actúen de freno. El anillo de enganche del tensor no debe colgar libremente cuando el mecanismo se dispara, con objeto de que no se enrede en el sedal.

El teleférico sin carga

Una pinza para la colada bloquea el arranque. Cuando el teleférico colisiona con el tope previamente instalado en el sedal, el disparador se desplaza hacia atrás, el anillo del tensor se suelta y el resorte de goma recoge las velas hacia atrás, por lo que, falto del empuje del viento, el teleférico desciende por efecto de la gravedad.