Los mandos de dedos
más baratos del mundo (posiblemente)


Estando uno dedicado a las más afamadas tareas domésticas, pero como casi siempre pensando en las cometas, pueden surgir hallazgos tan importantes como este, que espero cambie las cifras macroeconómicas del sector industrial cometeril.

Me hallaba, debido a mi corta estatura, en el habitual fregado de subir el bajo de unos pantalones que el fabricante suele confeccionar con la norma U.N.E.: "más vale que zusobre que no que zufalte". y ante tal cantidad de tela, imposible de disimular bajo el pantalón, me dispuse a cortar por lo sano, para lo cual hay que disponer de cierto valor, teniendo en cuenta e precio de unos pantaloncitos de nada.

Y he aquí que al cortar la primera rebanada de tela, la que corresponde al dobladillo original del pantalón me encuentro con un aro tela de unos 2 cm. de ancho reforzado por los tres pliegues de tela y la costura.

En ese instante grité ¡¡ EUREKA !! introduciendo los dedos corazón e índice en los extremos de la rebanada de tela y tirando del centro tomaba la forma de un mando de dedos; seguí pensando como rematar el invento y aunque también se podría anudar el hilo de vuelo directamente en estas cintas, puestos a derrochar y dispuesto a realizar cualquier inversión en este mando, rompí el cerdito y me baje a comprar un metro de cordino de 3mm., con este realice una lazada que fijé al centro de la cinta, dejando el nudo en la parte delantera para que hiciera de tope con el hilo de vuelo.

Lamento que este invento no sea aplicable a aquellos que por su altura no tienen excedentes en la tela, pero nada es perfecto, y además de alguien tendrán que vivir los fabricantes de cintas de dedos.


© A.D.C. Comevientos (boletín nº 1, octubre 1995)