Hay días en que volar una nasa de tamaño medio, se nos hace muy complicado el dominarla por el exceso de fuerza que esta ejerce, así que cambiamos a una más pequeña y aparentemente el problema queda resuelto, en parte sí, ya que no tenemos que hacer un esfuerzo sobrenatural para poder aguantarla, pero por otra parte, aumenta su rapidez y perdemos parte o casi todo el control; entonces se me ocurrió , el porque de no hacerla ventilada y conseguir que esta fuera más lenta para poder evolucionar con ella de un modo razonable.

En principio decidí sacrificar una pequeña, de ochenta centímetros de quilla, y así poder experimentar si los cambios que en ella se efectuaría se llevarían a buen término.

Lo primero fue acaparar todas las posibilidades de ventilación y freno que se me ocurrieron y me dijeron, y luego los fui desechando hasta llegar a la solución que me pareció la más idónea: Poner frenos a los tirantes de tracción, una banda de tela o de malla entre las dos líneas, hacia que la nasa se aplastase y arrugase, así que enseguida lo desprecié. Hacer agujeros en toda la cometa, solución fácil y sencilla, pero tenía el inconveniente de que si caía bastante la intensidad del viento, a esta le costaba mucho poderse recuperar.

La solución aquí era hacer menos agujeros, pero entonces no se arreglaba el problema de velocidad. Hacer aberturas con cierres automáticos, una idea que parece ser muy buena para cometas con varillaje como “L´Airbus” de dos hilos, pero con la nasa al no llevar ninguna estructura, hace que los ajustes deban de ser sumamente precisos y además aumenta bastante de peso. Hacer cortes.

Esta solución creí que era la mas recomendable a parte de fácil de llevar a cabo. Empecé haciendo en un retal cortes al azar, en sentido vertical, horizontal, inclinados, en forma quebrada, en forma de arco y al final vi que el que más se acercaba a lo que pretendía era el de forma semicircular y en posición vertical.

Ahora venía la prueba de verdad, dedicarme a hacer cortes de media luna en la nasa, pero debía de decidirme donde, cuantos y de que tamaño.

Creí que el mejor lugar o el más apropiado sería el cuerpo central, ya que es el que más presión por el aire recibe y en cuanto al diámetro de la circunferencia sería de cuatro centímetros. Me hice una plantilla en chapa fina de aluminio para asegurar que los cortes iban a ser todos iguales y posteriormente empecé a definir un trazado en forma de triángulo y marcando puntos equidistantes para señalizar el lugar de los cortes. Una vez acabado me puse a probar la cometa, era un día de poco aire y el resultado no me dio la impresión de haber hecho algo.

Volví a casa y decidí hacer una segunda y una tercera fila de cortes y un par más a cada lado de la parte superior del vértice y también efectué algunos en los cuerpos laterales y salí a probar.

En esta ocasión ya se notaba bastante dificultad para volarla debido al escaso viento del momento; saqué una gemela a esta pero sin ventilar y el comportamiento era muy similar.

El siguiente fin de semana coincidió en que el viento era bastante fuerte, una media de quince nudos, pero muy racheado, así que primero puse en vuelo la que no estaba ventilada y comprobé una vez más lo nerviosa que se comporta una nasa de 80 cm , deje ésta y me puse a volar la ventilada, la diferencia era muy apreciable, mientras que con una en la zona central su velocidad era sumamente rápida, la otra era mas pausada y domesticable.

Posteriormente e efectuado algún que otro corte y parece que finalmente he llegado tener una nasa que me permite hacer y disfrutar lo que quiero, en días de mucho viento. Tengo pensado probar esta serie de cortes en una de 125 cm de quilla, ya que este tamaño es quizás el mas apropiado para hacer todo tipo de piruetas.